Bienvenidos a Psicología de Vida

A través de este blog quiero compartir conocimientos y experiencias sobre la mente, el comportamiento y el sentir humano. Lejos de tecnicismos y diagnósticos psiquiátricos, me centro en la vida misma, en los condicionantes que influyen día a día en la felicidad o infelicidad de cada uno de nosotros. Para ello me baso en mi experiencia clínica en la consulta, en mi pasión por seguir formándome y aprendiendo cada año, cada día; en numerosas investigaciones que he contrastado; y cómo no, en mi experiencia personal. Mi objetivo es aportar y compartir. Mi deseo, poner en tus manos herramientas para ser más feliz.

domingo, 3 de mayo de 2015

LA PROSTITUCIÓN AFECTIVA



     Todos necesitamos afecto. Es una necesidad básica desde el momento en que nacemos. Y ya desde pequeños nos la apañamos para conseguirlo, de diferentes formas: lloramos para que vengan nuestros padres, para que nos atiendan, nos alimenten, nos abracen, nos acaricien. Conforme vamos creciendo llamamos su atención de diversas maneras: mostrando nuestros dibujos, nuestras nuevas habilidades o cualquier mérito que nos brinde la aprobación de los mayores. Recordemos esa sensación de plenitud cuando nos aplaudían diciendo “¡Muy bieenn!!!”. Y ya que necesitamos el afecto para vivir, es una estrategia estupenda, al servicio de nuestra adaptación al mundo.

       El problema empieza cuando nos vamos haciendo mayores y para seguir obteniendo esta aprobación o afecto de los demás, actuamos en función de lo que desean los otros, y no hacemos lo que sentimos de verdad. Así, tal vez constantemente nos piden favores que no nos apetece hacer, pero somos incapaces de decir que no, y lo hacemos por evitar el rechazo, por seguir obteniendo la aprobación y el buen juicio de los demás. Esta forma en la que nos relacionamos para conseguir el afecto es denominada “prostitución afectiva o relacional”. De esta forma, en la prostitución afectiva, pueden apreciarte por lo que haces, pero no por quién eres realmente (tus sentimientos siempre permanecen escondidos).

        Por otra parte, en la prostitución afectiva siempre se prioriza a los demás, nunca a uno mismo, y esta desvalorización también se proyecta a los demás, quienes sin duda también te dan menos valor. Recuerdo un paciente que me contaba que nunca hacía planes de fin de semana, ya que su trabajo era por turnos, y cuando él libraba el fin de semana siempre había algún compañero que le pedía que le sustituyera en sábado o domingo, y él era incapaz de decirle que no. Sus compañeros aparentemente le apreciaban, pero un día fue él quien necesitó el cambio para ir a una boda un sábado, y todos sus compañeros le dijeron que no podían. Él se sintió muy decepcionado, incluso rabioso (este hecho fue el que le precipitó a venir a mi consulta).


        Sin embargo, aunque mi paciente estaba muy decepcionado, estar en último lugar para los demás es una consecuencia muy común cuando constantemente sacrificamos nuestro tiempo o esfuerzo, para satisfacer a los otros. De hecho, la palabra “sacrificio” significa “inmolación o renuncia”. Literalmente, vamos renunciando a nosotros mismos, “matando nuestro verdadero ser” y valorándonos siempre menos que a los otros. Y si nosotros no nos valoramos, ¿cómo lo van a hacer los demás?

Nos comportamos con miedo a decir no, porque pensamos que nos van a rechazar. Esto normalmente tiene graves consecuencias en la autoestima, y a menudo va produciendo problemas de depresión y aislamiento (ya que por las decepciones con los demás, la persona va dejando de relacionarse) que se extienden a problemas de pareja y familiares.

                           APRENDER A DECIR NO

En este tipo de cuadros de prostitución afectiva, la persona debe aprender a decir no. Normalmente, dada la dificultad que supone este reto al principio, el tratamiento va por pasos o niveles. Si la persona siempre accede sin pensar a la petición de favores de los demás, debe aprender a darse un espacio sin dar directamente el sí. Entonces, deberá decir la frase “No sé si podré, espera que lo piense”. El siguiente paso será responder “Lo siento, me gustaría, pero no puedo”.
Y así sucesivamente, la persona va aprendiendo a hacer los favores que le apetezcan realmente, y a decir no cuando no le apetezca. De esta forma, se expresa libremente,  tal como siente, tal como es. La persona se valora mucho más a sí misma, y como consecuencia, se dará cuenta que los demás, lejos de rechazarle,  también la valorarán, respetarán y apreciarán mucho más.


viernes, 6 de marzo de 2015

PAREJAS... ¿PARA TODA LA VIDA?


        Tal vez nuestros abuelos y abuelas conformaron una pareja para toda la vida. Seguramente nuestros bisabuelos y tatarabuelos también. Quizás, aunque menos probable, y dependiendo de su edad, nuestros padres también. Sin embargo, en nuestros tiempos, la relación de pareja para toda la vida ya no es una constante.


Los datos estadísticos dicen que, después de los cinco años de casarse nada menos que el 60% de los matrimonios se plantean divorciarse. Y a esto se suma el porcentaje de parejas que, aun estando mal, no se lo plantean por dificultades económicas, familiares, etcétera, y “aguantan” en el matrimonio como pueden…





¿ESTAMOS ANTE UNA “CRISIS DE LA PAREJA”?



No olvidemos que la palabra “crisis” significa “cambio”. Y creo que nadie duda que estamos en un periodo de pleno cambio en la humanidad. Estamos en la era de la información, de las tecnologías, del desarrollo. Está cambiando el modelo económico, el religioso, el político, el científico. Están cambiando los valores personales, la consciencia de la humanidad,  y también está cambiando el modelo de amor. Mientras que hace más hace unos 50 años hablábamos de la pareja como “tu otra mitad”, la que te complementa y da sentido a tu vida, ese modelo llamado “amor romántico” está desfasado, y ha sido sustituido por un amor de “dos enteros”. Esto significa que los miembros de la pareja son (o debieran ser) personas completas, independientes, preocupadas por su propio desarrollo y crecimiento personal, y que se unen a otra persona para “compartir” su felicidad y no para conseguirla a través de ella. El “compartir” en la pareja también es una forma es la que los miembros se desarrollan y enriquecen mutuamente.

 Sin embargo, en estos tiempos también el desarrollo personal ocurre de una forma mucho más rápida. Tenemos a nuestra disposición innumerables opciones de vida: desde diferentes actividades a practicar en el tiempo libre, como distintas formaciones, opciones laborales, contactos personales, etc. Y gracias a las nuevas tecnologías toda la información la tenemos en nuestro móvil rápidamente y en cualquier lugar. Basta un clic en google para tener a nuestra disposición cualquier información en el momento; o un clic en facebook, instagram o twiter para abrir una lista de cientos de personas y grupos con los que podemos contactar…

Esta multiplicidad de opciones y el fácil acceso a ellas también hacen más posible que las personas vayan explorando diferentes experiencias, y si los miembros de una pareja escogen opciones distintas pueden ir  distanciándose entre ellos.



 Todo se une a una mayor exigencia tanto a nivel personal como de pareja. Por ejemplo, hace 50 años éramos felices simplemente teniendo una vida estable y una pareja que “encajara” en nuestro estatus familiar y social; y este estatus se conseguía a menudo teniendo una pareja de toda la vida, ya que la sociedad consideraba que era lo adecuado. Ahora en cambio,  exigimos mucho más para estar bien en pareja. Exigimos más compatibilidad de caracteres, valores y gustos comunes, que nuestra pareja acompañe nuestra evolución personal, etc.



Y no es que esta mayor exigencia sea negativa porque dificulta que la pareja permanezca unida para siempre. Más bien al contrario: supone un reto para superarse y hacer que la pareja crezca, se adapte,  o bien, que acepte que ya no pueden continuar juntos, y crezcan por separado.



A veces la pareja caduca, y tiene que romperse, para que sus miembros puedan seguir creciendo y ser felices. Debemos aceptar esto. Algunos expertos hablan de una nueva era de las relaciones de pareja en la que la norma es tener varias parejas a lo largo de nuestra vida. Hablan de “monogamias secuenciales” para designar a estos periodos en los que tendremos diferentes parejas en cada secuencia de nuestra vida.





CLAVES PARA CUIDAR LA RELACIÓN DE PAREJA



Se trate de una relación  para toda la vida o de duración limitada, la pareja requiere de unos cuidados para mantenerse en un estado de bienestar. Algunas claves para cuidar la pareja son:

  •    Cuidar el espacio personal de cada miembro. Que cada uno sea responsable de cuidar su propio crecimiento personal, y no hacer depender su bienestar  exclusivamente de la pareja.
  •  La pareja debe compartir, crear espacios y proyectos comunes, evitando la monotonía. No es una contradicción con la clave anterior, más bien al contrario, ambos espacios se complementan. Visitar lugares nuevos, probar nuevas actividades y experiencias,  tener metas comunes y renovarlas, compartir con otras personas, con otras parejas…
  • Revisar la pareja. De vez en cuando, la relación debería plantearse una especie de “itv”. Por ejemplo, hacer un pequeño retiro de fin de semana al año, destinado a hacer balance de cómo se siente la pareja, puntos débiles, puntos fuertes y propuestas de mejora.   
 Mónica Ferrera, psicóloga y psicoterapeuta.
www.monicaferrera.es

domingo, 18 de enero de 2015

NUNCA PIERDAS LA ESPERANZA


         Quizás conozcas a personas que, a pesar de que la vida les golpee con dureza, resurgen y crecen de ello...
 Sorprendentes historias de enfermedades terminales, pronosticadas de una próxima muerte, pero que remiten, se curan sin una explicación médica, y la comunidad científica las clasifica de “remisiones espontáneas”.

O personas que parecen tocar el fondo al arruinarse económicamente, pero resurgen y remontan creando nuevas riquezas.

Hay también historias de personas que, sin esperarlo, han sido abandonadas por sus parejas, perdiendo su casa, el contacto con sus hijos… han sentido que su vida se desploma completamente, pero al tiempo han crecido de ese dolor, y han rehecho sus vidas siendo aún más felices.


¿Tienen algo de especial estas personas?


Sin duda, han sido objeto de estudio de psicólogos, sociólogos y otros científicos. En psicología, esta cualidad de fortaleza o resistencia ante la adversidad, es denominada “RESILIENCIA”.

En medicina, esta capacidad de “curación” que parece milagrosa, ha sido ampliamente estudiada por científicos como el estadounidense Joe Dispenza o el ilustre cirujano español Mario Alonso Puig. El doctor Joe ha entrevistado a numerosos pacientes con esta experiencia de “curación espontánea”. El científico manifiesta que estos pacientes que evolucionan tan positivamente en enfermedades graves tienen algo en común: una profunda esperanza. En las distintas entrevistas, cada persona llama de una forma distinta a esta “esperanza” o “fuerza de curación”. Algunos hablan una “fuerza interior” en la que confían plenamente, una especie de “inteligencia superior” que habita en su ser y que es capaz de sanar su dolencia. Hay quienes hablan de una “energía universal”, como fuerza curativa en la que han confiado y con la que están conectados. Otros llaman a esta fuerza “poder espiritual”. Otros lo llaman “Dios”… y otros, más escépticos, deciden llamar a este poder, simplemente “placebo”.

El doctor Mario Alonso Puig afirma que “la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores de nuestro cerebro”. Nuestro cerebro a su vez envía las órdenes encargadas de modificar nuestra biología.



Sea lo que sea, estamos hablando de un poder… de una fuerza que conduce a resurgir… de una confianza con la que puedes conectarte. Puedes llamarla como quieras, en función de tus creencias: poder personal, inteligencia o consciencia superior, energía universal, sabiduría, esperanza, confianza,  Dios…




Tampoco olvides que “esperanza” no es lo mismo que “expectativa”. Con esto quiero decir que quizás lo que más deseas y en lo que pones tu fuerza (expectativa) no sea lo más adecuado para ti. Por ejemplo, si deseas volver con tu ex y se trata de una relación tormentosa, si te conectas con esta fuerza, con esta “esperanza” o como tú prefieras llamarla, tal vez te dirijas en sentido contrario, a alejarte de de esa persona. Y aunque en ese momento no lo comprendas así, esta fuerza te dirige hacia lo mejor para ti, a evolucionar aunque sufras con ello.


Quisiera finalizar con una historia en la que esta fuerza es llamada Dios. Por mi parte, lejos de pretensiones religiosas, este relato me parece muy ilustrativo, y que puede iluminarnos hacia la esperanza en los momentos más difíciles...


<<Cuentan que una persona murió y, al llegar a las puertas del cielo,  se    encontró con Dios. Y Dios le dijo:

-          Vamos a echar una ojeada a tu vida.

Entonces vieron, como en un desplegable, toda la vida de la persona: los hechos significativos, los desencuentros, las heridas, las dificultades, las alegrías, lo hecho, lo pendiente, etc.

Cuando terminaron, la persona  le dijo a Dios:

-Tengo que hacerte una pregunta. He observado que en algunos tramos del camino hay cuatro huellas, y eso me hace pensar que caminabas a mi lado. Pero, curiosamente, en los tramos más difíciles, en aquellos en los que estaba caído, sufría profundamente o trataba de encarar problemas sin apenas fuerza, había únicamente dos huellas. Mi pregunta es: ¿por qué me dejaste solo en esos momentos?

A lo que Dios, sonriendo, contestó:

- Nunca te dejé solo. De hecho, en esos momentos, te llevaba en brazos.>>


Mónica Ferrera, psicóloga.
www.monicaferrera.es 




 Aquí me tenéis encantada con el científico Joe Dispenza, no sólo un gran profesional a nivel mundial, sino una persona cercana y entrañable.

domingo, 23 de noviembre de 2014

AUTOESTIMA PARA LA MUJER: MEDITACIÓN "MUJER VALIOSA"

.

        DEDICADO A TODAS LAS MUJERES...                                              
                                                                         ...POR SER TAN VALIOSAS...

     Gracias al afortunado trabajo con personas que me brinda mi profesión, desde hace ya un puñadito de años, he tenido la suerte de acompañar a muchas mujeres en caminos muy duros de sus vidas. Por supuesto, también he acompañado a muchos hombres, todos encantadores, porque su esencia también lo es. Pero quiero dedicar este artículo especialmente a ellas, a todas las mujeres del mundo. Quizás siento este deseo a homenajearlas porque soy mujer y con ellas me identifico completamente.  

     <<El valor de una mujer es incalculable. Es tan grande que sería absurdo cuantificarlo. Su poder y su fuerza son tan enormes, que no se pueden medir. Su belleza es tan grandiosa, que no se puede comparar. Su alma es tan amorosa, tan mágica, que toda mujer debería deleitarse con ella. Sin embargo, a veces las mujeres olvidan quiénes son realmente. Olvidan su incalculable valor, y se sienten pequeñitas. Se desconectan de su alma poderosa, y se vuelven infelices. A veces esto ocurre porque no han aprendido a amarse a sí mismas. Tal vez porque se hayan creído mentiras como que no son suficientemente buenas o bellas. Entonces, empiezan a creer que no son dignas de amor ni de felicidad. Y soportan vidas de sufrimiento, de servidumbre. Quizás se humillan a sí mismas, mendigando amor a alguien que las desprecia. O tal vez caminan por la vida cabizbajas, inseguras, sintiéndose menos que cualquiera.  
   Este trabajo va dedicado a todas las mujeres, a quienes amo profundamente, como también me amo a mí. A todas las que admiran su valor, su poder, para que sigan disfrutando de ellas mismas. Y, especialmente, a aquellas que se sienten perdidas, desoladas, para que descubran el tesoro que alberga en su alma, y ya nunca, jamás, se sientan pobres o incapaces.>>

AUDIO MEDITACIÓN "MUJER VALIOSA" 

        A continuación podrás descargarte el audio-meditación "MUJER VALIOSA". El objetivo de esta técnica es recordarte que eres una “mujer valiosa”, esa es tu naturaleza real. A veces, las mujeres lo olvidamos, por experiencias o creencias erróneas que distorsionan nuestra esencia verdadera, y el objetivo de esta técnica es redescubrir ese valor, tu enorme valor y amarte por ser como eres, así de maravillosa, así de valiosa.


Para ello, sólo tienes que disponerte a estar receptiva ante los mensajes de este audio. Es aconsejable situarte en un lugar cómodo y tranquilo, evitando que nada ni nadie te interrumpa. Mientras escuchas el audio-meditación, tu cerebro va a recibir esos mensajes y va a elaborar imágenes de ti misma en distintas escenas de la vida. Esas imágenes y pensamientos que van a surgir en tu mente, van a activar esas memorias en tu cerebro, memorias de quién eres realmente: una “mujer valiosa”. En algunos momentos del audio, voy a pedirte que repitas algunas afirmaciones en voz alta. El motivo es porque a través de la voz, el efecto de la afirmación se multiplica poderosamente en tu interior.


Te aconsejo que repitas esta técnica diariamente, especialmente, si has olvidado que eres una mujer valiosa, y te has dejado de amar por ello. Quizás los primeros días te cueste más concentrarte en la meditación, sobre todo si no estás acostumbrada a meditar. Una vez adquieras el hábito, esta técnica se convertirá en un hermoso espacio íntimo para recordarte tu valor y amarte a ti misma.


Descargar técnica audio-meditación "Mujer Valiosa":

http://www.monicaferrera.es/descargas/mujer_valiosa.mp3 


martes, 30 de septiembre de 2014

¿PERDONAR UNA INFIDELIDAD?


Es obvio que una infidelidad golpea fuertemente uno de los pilares que debe sustentar la pareja: la confianza. Y como todos sabemos, la confianza requiere de mucho para construirse, pero de poco para destruirse.

Por otra parte, en cuanto a la definición de “infidelidad”, cada quién puede tener la suya propia. Hay quienes consideran que el simple deseo o atracción por un tercero ya es infidelidad. Otros estiman que la traición requiere de un contacto físico (desde un beso en los labios hasta consumar el acto sexual). Para otros, es necesario que haya un sentimiento mutuo, más allá de lo físico, o incluso, un cierto compromiso.



                        EL GRADO DE LA “TRAICIÓN”


Ya hemos comentado que la definición de infidelidad es algo sujeto a la interpretación de cada uno. Sin embargo, podemos diferenciar algunos criterios generales para delimitar la “profundidad de la herida” o grado de la traición:


·          Voluntariedad. Está claro que nadie hace nada que no quiera hacer, pero no es lo mismo salir a buscar voluntariamente una relación fuera de la pareja, que ir sintiendo algo por alguien cercano, como por ejemplo un compañero/a de trabajo. A menudo esto se vive como algo que “no se pudo evitar”.
·          Duración y momento. La duración de la relación infiel es un criterio que claramente influye en el grado de traición experimentado. En cuanto al momento, la herida será más leve si la infidelidad se produce al comienzo de una relación y más profunda si se trata de una relación duradera en la que el tiempo ha consolidado el compromiso y el proyecto conjunto.
·        El número de personas. En ocasiones la infidelidad se produce con diferentes personas, con quienes no se establece un vínculo sentimental sino puramente sexual. En este sentido, es muy variable el efecto de dolor que ejerce la infidelidad.

                                      ARREPENTIRSE
Hay personas que viven la relación infiel con cierta tranquilidad, sin remordimientos o requiebros de conciencia. Otras, sin embargo, la viven con sufrimiento y se arrepienten de haberse dejado hechizar por un amor “prohibido”.

El arrepentimiento, cuando se da,  puede tener lugar en diferentes momentos. A veces, cuando la infidelidad se descubre por sorpresa, de repente acechan miedos de perder a la “pareja oficial”. Otras veces el arrepentimiento se experimenta desde el principio, establecido como una especie de conflicto interior, una lucha entre los principios éticos de la persona y lo que inevitablemente siente, ese amor descrito como involuntario, pero pasional e inevitable.

Sin duda, un punto que facilitará el perdón es “la confesión” por parte del miembro infiel antes de que la relación paralela se descubra por sorpresa.


                                           ¿PERDONAR?


Cuando la infidelidad se descubre, la pareja destapa la realidad quebrada de sus cimientos. La confianza se desploma, las identidades se desdibujan (a menudo surge la afirmación hacia la persona infiel “no sé quien eres”), la autoestima de la persona traicionada se agrieta, sintiéndose de repente inferior, desorientada, en shock… Entonces quizás se plantea la pregunta de continuar o no en la relación.

Y tanto si la pareja continúa como si no, se traza la cuestión:

¿Es posible perdonar una infidelidad?

Si nos planteamos si perdonar o no a la persona infiel, debemos detenernos en algo… Realmente, ¿quiénes somos nosotros para perdonar a otros?  
“Yo, grande, leal y auténtico te perdono a ti, pequeño, pecador y falso…”  
¿Acaso somos el gran Dios para juzgar y perdonar a otros?



El perdón es más bien un proceso intrapsíquico, es decir, con nosotros mismos. Perdonar la infidelidad significa aceptar en nuestro interior lo ocurrido y decidir andar el camino para transformar el dolor y la rabia en aprendizaje, paz y crecimiento. Perdonar es más bien liberarnos a nosotros mismos de las cadenas del odio y el rencor. Por supuesto es un proceso, y requiere tiempo y esfuerzo. Y esta elección puede tomarse tanto si la pareja continúa como si no.


          LA RELACIÓN DESPUÉS DE LA INFIDELIDAD


   En ocasiones el miembro infiel suplica a su pareja una nueva oportunidad. Y la persona “traicionada” debe decidir. En este punto, quiero resaltar dos aspectos importantes:


·              Cada persona ha de establecer su nivel de exigencia en el amor. Hay personas que necesitan muy poco para conformarse: he llegado a atender en mi consulta a personas que estaban dispuestas a aceptar que su pareja mantuviera la infidelidad, con tal de no romper la relación, por miedo a la soledad. Otras personas, sin embargo, exigen una fidelidad impecable, y descartarían inmediatamente retomar la relación después de cualquier traición.

·              Decidir en base al amor y no al miedo. Existen dos fuerzas emocionales opuestas que pueden funcionar como motor en nuestras vidas: el amor o el miedo. En el tema que nos ocupa, decidir en base al miedo sería dar una oportunidad a la pareja sobre todo por evitar el dolor de la ruptura. La persona se puede ver desbordada, débil, incapaz de replantearse su vida al romper la pareja y, por miedo, decide volver. A menudo el sufrimiento de esta elección es mucho mayor de lo esperado. Decidir en base al amor significa analizar y valorar con sensatez si la pareja podría funcionar después del bache emocional de la infidelidad. He conocido parejas que, tras superar una crisis por infidelidad en la que llegaron a rozar la separación definitiva, han aprendido a valorar mucho más a su compañero/a, y el amor ha resurgido con mucha más fuerza, como el ave fénix que renace de las cenizas…  
 

domingo, 13 de julio de 2014

SUPERAR UNA RUPTURA


     En un artículo anterior abordé cómo afrontar el final de una relación y cómo ponerse en marcha para tratar las heridas que una ruptura de pareja deja en el alma.( "Olvidar un amor": http://psicologiadevidapormonicaferrera.blogspot.com.es/2012/10/olvidar-un-amor.html)

     Sin embargo, superar una ruptura, sentir que las heridas ya han cicatrizado y que puedes mirar al futuro sin ataduras de dolor, nostalgia o resentimiento hacia tu ex, no siempre se consigue. A veces pasan años o incluso décadas, y las personas quedan ancladas en su antigua relación rota, sin poder avanzar en sus vidas ni en el amor.

   En este sentido puedo asegurar que, por muy dura que haya sido una relación o por muy traumática que haya sido la ruptura, superar el duelo es una elección. Es responsabilidad de la persona convertirse en víctima por largos años o, por el contrario,  pasar el duelo y salir fortalecida.



                                   QUE NADA SE QUEDE DENTRO

         Si te quedaron cosas por decir en la relación que te queman por dentro, todo eso ha de ser expresado. Si no es adecuado decirlo a la persona porque se puedan empeorar las cosas, puedes escribirlo en cartas dirigidas a ella, aunque no serán entregadas. Este ejercicio sirve para que ningún veneno de rabia o rencor se pueda enquistar en nuestro interior. No olvidemos que aquello que odias o rechazas se vincula con más fuerza a ti a través de toda la atención y el poder que le otorgas en tu vida.


                RESPETA A TU EXPAREJA, TAMBIÉN ANTE LOS DEMÁS

       Una parte de nosotros es la imagen que proyectamos hacia los demás. Si criticas a la persona que antes era tu pareja, estás criticando a una parte de ti, de tu historia, de tu pasado. Y lo peor es que de esta forma lo haces presente constantemente en tu vida. 
      Cuando decidimos amar a una pareja, va implícito arriesgarnos al desamor y al sufrimiento. Respetar tu pasado y las personas que elegiste como pareja, es respetarte a ti, a tu historia, a pesar de que estas personas te hicieran daño. 

       QUITAR EL ANCLA: LA ACEPTACIÓN

     
El verdadero reto para todos es aprender a aceptar lo imperfecto de la vida, de nosotros mismos y de los demás. Aceptar esta imperfección, aquello que nos haya ocurrido y volvernos compasivos con nosotros mismos y con los demás nos hará más libres. Aprender a amar lo imperfecto de la vida, del pasado, incluso aquello que nos hizo sufrir, nos da un enorme poder. Nos libera del ancla del resentimiento y convierte los errores cometidos en sabiduría al servicio de una vida más feliz.


       EL ÚLTIMO PASO: LA GRATITUD

      Poder mirar a la antigua relación y valorar todo lo que nos aportó y lo que nos hizo aprender, transforma todo sufrimiento en gratitud. Es como ser alquimistas del alma, transformando el pesado plomo en oro. Cultivar el agradecimiento mitiga todo victimismo y resentimiento, y cierra la ruptura con un broche de sabiduría y fortaleza. La gratitud permite mirar al pasado llenos de paz, poder valorar el amor recibido y poder archivarlo como una relación significativa en nuestra vida, gracias a la cual aprendimos y crecimos. La gratitud permite dejar libre al otro, desearle lo mejor y también así nos liberamos y deseamos lo mejor para nosotros.

Poder mirar atrás con agradecimiento es dar coherencia y sentido a nuestra vida. Es ver lo vivido como un paso necesario para llegar al momento presente. Y entonces el momento presente se vuelve mágico, cargado de vida y emoción. El corazón rebosa amor hacia uno mismo, hacia la vida y hacia todo lo que esté por llegar...




miércoles, 11 de junio de 2014

LA "RUTINA" DUERME TU MENTE, ESTANCA TU VIDA


        Hagamos un experimento de memoria. Te propongo intentar recordar qué cenaste el pasado miércoles. ¿Y el jueves? Y ¿podrías recordar qué ropa llevabas el miércoles? ¿y el jueves?

Te cuesta mucho recordarlo, ¿verdad? Veamos por qué:

Tal vez el pasado miércoles y jueves fueron días rutinarios en tu vida. Desde que te levantaste, puede que a la misma hora de siempre, hasta que te acostaste, hiciste más o menos lo mismo que el resto de días de la semana.

Esta rutina hace que tu mente se duerma, y es por ello que quizás te cueste muchísimo recordar aspectos rutinarios como qué cenaste o qué ropa llevabas. Porque tu mente está en un nivel muy bajo de estimulación.


       Sigamos con otro experimento de memoria: ¿recuerdas cuál fue tu último viaje? Quizás ese fin de semana en Córdoba. Y puedes recordar aquel desayuno en una terraza al sol y después el paseo por las estrechas calles del barrio de la judería. Recuerdas perfectamente dónde paraste a almorzar aquél rico flamenquín cordobés. Luego la visita a la Mezquita, donde recuerdas que pasaste frío porque sólo llevabas esa fina camisa blanca… Y así puedes recordar con gran lujo de detalles casi cada momento. ¿Por qué? ¡Porque tu mente estaba despierta! ¡Tu mente estaba plenamente viva!


UNA VIDA ORGANIZADA, PERO NO MONÓTONA


        No podemos negar que los seres humanos necesitamos una vida más o menos organizada en cuanto a horarios de comida, de descanso, etc. Pero no una vida monó-tona (“un tono”). ¿Te imaginas una canción con un solo tono? Sin subidas, sin bajadas, sin emoción… llegaría un momento en el que ya ni podrías escucharla, sería tediosa, aburrida, insoportable…

Eso mismo le ocurre a nuestra vida cuando no creamos nuevos retos, cambios, nuevas emociones, nuevos proyectos. La mente se duerme, se inactiva, y hasta se deprime.


ACTUAMOS COMO “EL AGUA”

          El tao nos muestra un hermoso ejemplo de cómo la rutina nos estanca y nos corrompe:


“...el agua es yin porque se adapta a cualquier forma y no juzga. El agua actúa como deberíamos hacer las personas. Cuando el agua está estancada, se adapta a la forma de su contenedor y, si se abre una salida, el agua fluirá por ella en constante búsqueda de nuevos horizontes. Si el estancamiento es permanente y nos negamos a tomar las salidas que se nos ofrecen, nos corromperemos como las aguas estancadas..."

Lou Marinoff

EMPIEZA A DESPERTAR TU MENTE: FLUYE COMO EL AGUA


        Cada día, puedes crear oportunidades para fluir y no estancarte en la rutina. Crea pequeños cambios y tendrás una mente despierta, viva. Sal de tu zona de confort, es suficiente con pequeñas cosas: toma un camino diferente al de todos los días para ir al trabajo, innova tu forma de vestir, de peinarte, prueba nuevas recetas de comidas, interésate por conocer a nuevas gentes, nuevos lugares. Aprende nuevos conocimientos, nuevas prácticas que no hayas probado: tal vez el baile, la música, la pintura. Tienes cinco maravillosos sentidos para deleitarte con nuevos paisajes, olores, sonidos, sabores, texturas… Tienes un alma que anhela emocionarse, ¡vivir, intensamente, y no a medias! Permanece abierto a nuevos horizontes…y...¡fluye! 
Mónica Ferrera, psicóloga.
http://www.monicaferrera.es/