Bienvenidos a Psicología de Vida

A través de este blog quiero compartir conocimientos y experiencias sobre la mente, el comportamiento y el sentir humano. Lejos de tecnicismos y diagnósticos psiquiátricos, me centro en la vida misma, en los condicionantes que influyen día a día en la felicidad o infelicidad de cada uno de nosotros. Para ello me baso en mi experiencia clínica en la consulta, en mi pasión por seguir formándome y aprendiendo cada año, cada día; en numerosas investigaciones que he contrastado; y cómo no, en mi experiencia personal. Mi objetivo es aportar y compartir. Mi deseo, poner en tus manos herramientas para ser más feliz.

miércoles, 11 de junio de 2014

LA "RUTINA" DUERME TU MENTE, ESTANCA TU VIDA


        Hagamos un experimento de memoria. Te propongo intentar recordar qué cenaste el pasado miércoles. ¿Y el jueves? Y ¿podrías recordar qué ropa llevabas el miércoles? ¿y el jueves?

Te cuesta mucho recordarlo, ¿verdad? Veamos por qué:

Tal vez el pasado miércoles y jueves fueron días rutinarios en tu vida. Desde que te levantaste, puede que a la misma hora de siempre, hasta que te acostaste, hiciste más o menos lo mismo que el resto de días de la semana.

Esta rutina hace que tu mente se duerma, y es por ello que quizás te cueste muchísimo recordar aspectos rutinarios como qué cenaste o qué ropa llevabas. Porque tu mente está en un nivel muy bajo de estimulación.


       Sigamos con otro experimento de memoria: ¿recuerdas cuál fue tu último viaje? Quizás ese fin de semana en Córdoba. Y puedes recordar aquel desayuno en una terraza al sol y después el paseo por las estrechas calles del barrio de la judería. Recuerdas perfectamente dónde paraste a almorzar aquél rico flamenquín cordobés. Luego la visita a la Mezquita, donde recuerdas que pasaste frío porque sólo llevabas esa fina camisa blanca… Y así puedes recordar con gran lujo de detalles casi cada momento. ¿Por qué? ¡Porque tu mente estaba despierta! ¡Tu mente estaba plenamente viva!


UNA VIDA ORGANIZADA, PERO NO MONÓTONA


        No podemos negar que los seres humanos necesitamos una vida más o menos organizada en cuanto a horarios de comida, de descanso, etc. Pero no una vida monó-tona (“un tono”). ¿Te imaginas una canción con un solo tono? Sin subidas, sin bajadas, sin emoción… llegaría un momento en el que ya ni podrías escucharla, sería tediosa, aburrida, insoportable…

Eso mismo le ocurre a nuestra vida cuando no creamos nuevos retos, cambios, nuevas emociones, nuevos proyectos. La mente se duerme, se inactiva, y hasta se deprime.


ACTUAMOS COMO “EL AGUA”

          El tao nos muestra un hermoso ejemplo de cómo la rutina nos estanca y nos corrompe:


“...el agua es yin porque se adapta a cualquier forma y no juzga. El agua actúa como deberíamos hacer las personas. Cuando el agua está estancada, se adapta a la forma de su contenedor y, si se abre una salida, el agua fluirá por ella en constante búsqueda de nuevos horizontes. Si el estancamiento es permanente y nos negamos a tomar las salidas que se nos ofrecen, nos corromperemos como las aguas estancadas..."

Lou Marinoff

EMPIEZA A DESPERTAR TU MENTE: FLUYE COMO EL AGUA


        Cada día, puedes crear oportunidades para fluir y no estancarte en la rutina. Crea pequeños cambios y tendrás una mente despierta, viva. Sal de tu zona de confort, es suficiente con pequeñas cosas: toma un camino diferente al de todos los días para ir al trabajo, innova tu forma de vestir, de peinarte, prueba nuevas recetas de comidas, interésate por conocer a nuevas gentes, nuevos lugares. Aprende nuevos conocimientos, nuevas prácticas que no hayas probado: tal vez el baile, la música, la pintura. Tienes cinco maravillosos sentidos para deleitarte con nuevos paisajes, olores, sonidos, sabores, texturas… Tienes un alma que anhela emocionarse, ¡vivir, intensamente, y no a medias! Permanece abierto a nuevos horizontes…y...¡fluye! 
Mónica Ferrera, psicóloga.
http://www.monicaferrera.es/ 

domingo, 1 de junio de 2014

PERSONAS QUE "RESTAN"


         Quizás te haya ocurrido que después de estar con alguien durante un rato te notas especialmente triste, irritable, agotado, como si te hubieras quedado sin batería… Y piensas… "Si me encontraba tan bien hace un rato, ¿cómo es posible que ahora me sienta tan mal?" Una posible explicación es que esa persona con quien compartiste tu tiempo te haya “restado energía”.



        Recordemos que “donde pones tu atención pones tu energía”, por lo tanto, aquellas personas que buscan de forma constante captar tu atención, pero después no devuelven la suya, están quedándose con tu energía. Hay varias formas de captar la energía de otros. Vamos a explicar tres maneras: 



  1. El victimismo.
Se trata de aquellas personas que se sienten víctimas de sus vidas y constantemente necesitan ser escuchados. Buscan personas que donen oídos y atiendan a sus historias dolientes, a su continua queja y mala suerte. Los escuchadores terminan agotados, sin energía, porque aunque intenten dar algún consejo, estas víctimas no escuchan y generalmente, jamás lo llevan a cabo.
  


  1. La agresividad.
Son las personas que absorben energía de otras a través de la agresividad, generando temor, rabia o desánimo en sus presas.
Por ejemplo, aquellas personas que de repente te atacan con una crítica destructiva, o te culpan de que algo no haya salido bien. O incluso, sin necesidad de hablar, muestran gestos agresivos, como mirarte fijamente de forma intimidante. Son también aquellas personas que te hacen ver el lado negativo de las cosas. Así, si le comentas algo como “Voy a estudiar una oposición”, pueden responder “uff,  eso es perder el tiempo, está muy complicado aprobar”; absorbiendo tu energía y creando desánimo.  


  1. La ambigüedad.
  Se trata de aquellas personas que dan informaciones a medias, o de forma muy ambigua. Es difícil diferenciar cuándo hablan en serio o cuándo bromean. Generalmente a veces son distantes y otras veces cercanos, envolviéndose siempre en un halo de misterio. Generan desconcierto en los demás y es así como absorben la energía. Los demás invierten después su atención intentando pensar y descifrar “Qué querría decir con esto o aquello…”   



        Algunos expertos llaman a estas personas “vampiros energéticos”, por el hecho de succionar la energía de otros. También algunos, a mi parecer dando un tono de humor sarcástico, les llaman “agujeros negros”. Yo prefiero no designar en sí a la “persona” sino más bien a la “actitud” . Y es que si lo pensamos, todos en algún momento hemos caído en alguna de estas formas de “vampirismo energético”.


           CÓMO AFRONTARLO: "COMPASIÓN, PERO NO COLABORACIÓN"


        Generalmente las personas que intentan robar tu energía no lo hacen de forma consciente y premeditada. Su queja o su agresividad no es más que una muestra de su infelicidad. Por tanto, puedes mirarlos desde la compasión: ya tienen su propio castigo. Además, el sentimiento de compasión eleva tu energía, pero el sentimiento de hostilidad la agota.



       Sin embargo, tampoco podemos colaborar en su vampirismo. “Nadie quiere estar solo en el infierno”, pero acompañarlo no es salvarlo. Si alguien se está hundiendo en arenas movedizas es mejor no acercarte demasiado o también te hundirás. Puedes lanzarle una cuerda, y él o ella podrá elegir si agarrarla o no. Porque tampoco olvidemos que no podemos ayudar a quien no quiere ser ayudado...  

Mónica Ferrera, psicóloga. www.monicaferrera.es