Bienvenidos a Psicología de Vida

A través de este blog quiero compartir conocimientos y experiencias sobre la mente, el comportamiento y el sentir humano. Lejos de tecnicismos y diagnósticos psiquiátricos, me centro en la vida misma, en los condicionantes que influyen día a día en la felicidad o infelicidad de cada uno de nosotros. Para ello me baso en mi experiencia clínica en la consulta, en mi pasión por seguir formándome y aprendiendo cada año, cada día; en numerosas investigaciones que he contrastado; y cómo no, en mi experiencia personal. Mi objetivo es aportar y compartir. Mi deseo, poner en tus manos herramientas para ser más feliz.

lunes, 24 de diciembre de 2012

DEJAR IR, DEJAR SER, DEJAR ENTRAR


        En tiempos en los que se respira un ambiente de negatividad y crisis, surge una de las emociones que más sufrimiento produce: la impotencia. Mucha gente sufre con la idea de que nada se puede hacer, de que se sienten impotentes, y que por mucho que quieran, nada consiguen cambiar las cosas. Sin duda, la falta de control sobre lo que ocurre nos hace infelices. Pero ya dijo un sabio: “Lo importante no es lo que nos pasa, sino qué hacemos con lo que nos pasa”. En estas fechas de transición a un nuevo año, propongo rescatar de nuestra memoria tres sencillas ideas que ya sabemos, pero  que quizás estemos olvidando poner en práctica: 

 1) DEJAR IR

        Si constantemente nos lamentamos recordando aquel pasado que se fue, aquel familiar que ya no está, o todo lo que teníamos y ya no tenemos (pertenencias, dinero, o trabajo), estamos anclados en el pasado. Igualmente ocurre si en el presente mantenemos una pareja que nos está destruyendo, o soportamos unas amistades que nos desgastan, por miedo a dejarlas ir y sentir la soledad. Incluso ocurre cuando nos apegamos a antiguos objetos o ropas que ya no nos sirven, en lugar de tirarlos o donarlos. Entonces nos llenamos de cosas viejas, de recuerdos que nos hacen vivir en el pasado, y no permitimos que nada nuevo entre en nuestras vidas. Dejar ir es quitar el ancla que nos impide avanzar en la vida.



2) DEJAR SER

        ¿Te has parado a pensar en la energía que puedes agotar intentando cambiar aquello que no puedes cambiar? Hay personas que incansablemente luchan por cambiar a su pareja,  tratan de enseñarles “cómo deberían de ser”. Y en ese intento, continuamente frustrado, insisten una y otra vez de la misma forma: con diálogos, riñas, o incluso castigos de escarmiento. Todo con la fantasía de que algún día, por fin, como por obra de un milagro, se produzca el ansiado cambio. Esto también puede ocurrir con nuestros padres, cuando no soportamos algo de ellos y queremos cambiar lo que han sido durante toda su vida. Dejar ser es todo un acto de humildad y respeto. Es aceptar que no tenemos el poder de cambiar el mundo, y cuando esto ocurre, el agotamiento y la frustración se tornan en paz y descanso.

3) DEJAR ENTRAR

          Cuando nos hemos permitido Dejar ir aquello que nos mantiene anclados y Dejar ser aquello que no podemos cambiar, nos vaciamos de lo inservible y del esfuerzo inútil, y estamos preparados para recibir cosas nuevas en nuestras vidas. Como ya sabemos, todo vacío tiende a llenarse, pero, claro, si lo permitimos. Y en este sentido, hemos de cuidar de llenarnos de cosas nuevas, y no de lo antiguo disfrazado de nuevo, con experiencias o parejas similares, que vuelvan a perpetuar el sufrimiento.  Dejar entrar es permitir la entrada de aires nuevos: vivir nuevas vivencias, con personas nuevas y diferentes, nuevas actividades y aprendizajes, lugares nuevos…
Sentirse abiert@ a recibir lo bueno que nos llega de la vida, con alegría y agradecimiento.  


         "Espero y deseo haber contribuido con este artículo, para que en el próximo año 2013, cultives la Libertad, la Paz, la Felicidad y la Abundancia en tu Vida."


FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO 2013